Se crió en el seno de una familia protestante luteranaque
vivía en la ciudad están en baden-württemberg Alemania. Su abuelo fue alcalde
de su ciudad natal pero cuando johanes nació la familia se encontraba en
pobrezasu padre El Grinch Kepler trabajaba en el ejército su madre caterina
wunderman llevaba una casa de huéspedes era curandera más tarde fue acusada de
brujería Kepler. Fue nacido su padre no se escribe Así es que me equivoqué
búsquelo ahí salen lo que usted me envió. Kepler Fue nacido a los 7 meses de
embarazo sufrido toda su vida una salud frágil cuando tenía 3 años se enfermó
de viruelaera un niño muy brillante ya que cada vez que su mamá llevaba
personas a la casa de huéspedes en los impresionaba con susfenomenales
facultades matemáticas además su padre Tuvo tres hijos más margaret Christopher
y h e i n r i c h
En 1577 Kepler entró a la escuela latina donde sus padres
le despertaron el interés por la astronomía con 5 años pudo observar El Cometa
de 1577 gracias a su madre que lo llevó a un lugar alto para observarlo su
padre le mostró a los 9 años el eclipse de la luna del 31 de enero de 1580 y
recordando que la luna estaba tan que la luna estaba bastante rojadespués de su
padre partió para la guerra y desapareció de su vida para siempre entre los 9 y
11 años trabajo como jornalero agrícola al igual que terminó su ciclo su ciclo
de 3 años en 1583
En 1584, entró en el Seminario protestante de Adelberg y
dos años más tarde, en el Seminario superior de Maulbronn. Obtuvo allí el diploma de fin de estudios y
se matriculó en 1589 en la universidad de Tubinga. Comenzó primero a estudiar
ética, dialéctica, retórica, griego, hebreo, astronomía y física, y más tarde
teología y ciencias humanas. Continuó con sus estudios después de obtener la
maestría en 1591. Kepler planeaba hacerse pastor luterano, la escuela
protestante de Graz buscaba a un profesor de matemáticas. Abandonó entonces los
estudios de Teología para tomar el puesto y dejó Tubinga en 1594. Kepler estuvo
casado dos veces. Contrajo el primer matrimonio, de conveniencia, el 27 de
abril de 1597 con Barbara Müller. En 1612 murió su esposa Barbara Müller, al
igual que dos de los cinco niños —de edades de apenas uno y dos meses Al año
siguiente, se casó en Linz con Susanne Reuttinger, con la que tuvo siete niños,
de los que tres fallecerán muy temprano. En 1615, su madre, entonces a la edad
de 68 años, fue acusada de brujería. Ella pasó un año encerrada en la torre de
Güglingen, a expensas de Kepler, y escapó por poco de la tortura. Finalmente,
fue liberada el 28 de septiembre de 1621 pero, debilitada por los duros años de
proceso y de encarcelamiento, murió seis meses más tarde Un mes antes de morir,
víctima de la fiebre, Kepler abandonó Silesia en busca de un nuevo empleo.
Kepler murió en 1630 en Ratisbona, en Baviera, Alemania, a la edad de 58
años.En 1632 el ejército sueco destruyó su tumba y se perdieron sus trabajos
hasta el año 1773. Recuperados por Catalina II de Rusia, se encuentran
actualmente en el Observatorio de Pulkovo en San Petersburgo, Rusia.
Obras científicas.
Después de estudiar teología en la universidad de
Tubinga, incluyendo astronomía con Michael Maestlin, enseñó en el seminario
protestante de Graz. Kepler intentó comprender las leyes del movimiento
planetario durante la mayor parte de su vida. En un principio Kepler consideró
que el movimiento de los planetas debía cumplir las leyes pitagóricas de la
armonía. Esta teoría es conocida como la música o la armonía de las esferas
celestes. En su visión cosmológica no era casualidad que el número de planetas
conocidos en su época fuera uno más que el número de poliedros perfectos.
Siendo un firme partidario del modelo copernicano, intentó demostrar que las
distancias de los planetas al Sol venían dadas por esferas en el interior de
poliedros perfectos, anidadas sucesivamente unas en el interior de otras. En la
esfera interior estaba Mercurio mientras que los otros cinco planetas (Venus,
Tierra, Marte, Júpiter y Saturno) estarían situados en el interior de los cinco
sólidos platónicos correspondientes también a los cinco elementos clásicos.
En 1596 Kepler escribió un libro en el que exponía sus
ideas. (El misterio cósmico). Siendo un hombre de gran vocación religiosa,
Kepler veía en su modelo cosmológico una celebración de la existencia,
sabiduría y elegancia de Dios. Escribió: «yo deseaba ser teólogo; pero ahora me
doy cuenta gracias a mi esfuerzo de que Dios puede ser celebrado también por la
astronomía».
En 1600 acepta la propuesta de colaboración del astrónomo
imperial Tycho Brahe, que a la sazón había montado el mejor centro de
observación astronómica de esa época. Tycho Brahe disponía de los que entonces
eran los mejores datos de observaciones planetarias pero la relación entre
ambos fue compleja y marcada por la desconfianza. Hasta 1602, a la muerte de
Tycho, Kepler no consiguió tener acceso a todos los datos recopilados por
Tycho, mucho más precisos que los manejados por Copérnico. A la vista de los
datos, especialmente los relativos al movimiento retrógrado de Marte se dio
cuenta de que el movimiento de los planetas no podía ser explicado por su
modelo de poliedros perfectos y armonía de esferas. Kepler, hombre
profundamente religioso, incapaz de aceptar que Dios no hubiera dispuesto que los
planetas describieran figuras geométricas simples, se dedicó con tesón
ilimitado a probar con toda suerte de combinaciones de círculos. Cuando se
convenció de la imposibilidad de lograrlo con círculos, usó óvalos. Al fracasar
también con ellos, «sólo me quedó una carreta de estiércol» y empleó elipses.
Con ellas desentrañó sus famosas tres leyes (publicadas en 1609 en su obra
Astronomia Nova) que describen el movimiento de los planetas. Leyes que
asombraron al mundo, le revelaron como el mejor astrónomo de su época, aunque
él no dejó de vivir como un cierto fracaso de su primigenia intuición de
simplicidad (¿por qué elipses, habiendo círculos?). Sin embargo, tres siglos
después, su intuición se vio confirmada cuando Einstein mostró en su Teoría de
la Relatividad general que en la geometría tetradimensional del espacio-tiempo
los cuerpos celestes siguen líneas rectas. Y es que aún había una figura más
simple que el círculo: la recta.
En 1627 publicó las Tabulae Rudolphine, a las que dedicó
un enorme esfuerzo, y que durante más de un siglo se usaron en todo el mundo
para calcular las posiciones de los planetas y las estrellas. Utilizando las
leyes del movimiento planetario fue capaz de predecir satisfactoriamente el
tránsito de Venus del año 1631 con lo que su teoría quedó confirmada.
Kepler había descubierto su primera ley, la primera ley de
Kepler:
Los planetas tienen movimientos elípticos alrededor del
Sol, estando éste situado en uno de los 2 focos que contiene la elipse.
Después de ese importante salto, en donde por primera vez
los hechos se anteponían a los deseos y los prejuicios sobre la naturaleza del
mundo. Kepler se dedicó simplemente a observar los datos y sacar conclusiones
ya sin ninguna idea preconcebida. Pasó a comprobar la velocidad del planeta a
través de las órbitas llegando a la segunda ley:
Las áreas barridas por los radios de los planetas son
proporcionales al tiempo empleado por estos en recorrer el perímetro de dichas
áreas.
Durante mucho tiempo, Kepler sólo pudo confirmar estas
dos leyes en el resto de planetas. Aun así fue un logro espectacular, pero
faltaba relacionar las trayectorias de los planetas entre sí. Tras varios años,
descubrió la tercera e importantísima ley del movimiento planetario:
El cuadrado de los períodos de la órbita de los planetas
es proporcional al cubo de la distancia promedio al Sol.
Esta ley, llamada también ley armónica, junto con las
otras leyes, permitía ya unificar, predecir y comprender todos los movimientos
de los astros.
Todos
los jóvenes creen que van a cambiar el mundo. Después, el
mundo se las arregla para cambiarlos a ellos. El astrónomo alemán Johannes
Kepler (1571-1630) no fue ninguna excepción.
Kepler es recordado ante todo por su fenomenal
descubrimiento de las llamadas Tres Leyes de Kepler, que rigen el movimiento de
los planetas. En ese tiempo (1619) eran un avance monumental, si bien cuando a
finales del mismo siglo (en 1682) Isaac Newton publicó sus trabajos sobre la
gravedad, se comprobó que las leyes keplerianas eran casi corolario de las
newtonianas. De todos modos, Kepler las dedujo a punta de matemáticas, sin el
cálculo infinitesimal que tanto ayudó a Newton, y sin siquiera tener el
concepto de "gravedad", y manejar uno muy laxo de "fuerza".
Por eso, puede parecer un poco sorprendente que Kepler,
que tanto hizo por la ciencia astronómica en su madurez, en su juventud se
dedicara a los desvaríos místicos y filosóficos, por ese entonces más o menos
de moda gracias a hombres como Giordano Bruno. A los 26 años publicó su obra de
juventud, el "Mysterium Cosmographicum", que es en realidad más
especulación mística que verdadera ciencia. Concretamente, se basó nada menos
que en las tesis de ¡Pitágoras!, para sacar adelante sus
"investigaciones". Preguntándose por el número de los planetas, le
pareció una bonita coincidencia que hubieran sólo seis (Mercurio, Venus, la
Tierra, Marte, Júpiter y Saturno, puesto que los siguientes no se conocían), y
que hubiera sólo cinco cuerpos sólidos perfectos (el tetraedro, el cubo, el
octaedro, el dodecaedro y el icosaedro, y Euclides había probado que no
existían más). Así es que dijo simplemente que en cada separación había una
esfera cristalina que tenía la forma de un cuerpo sólido perfecto.
Si Kepler hubiera quedado en ese punto, de seguro sería considerado
no un gran científico, sino un charlatán superlativo. Afortunadamente, después
fue contratado como matemático ayudante de Tycho Brahe, lo que le permitió
acceder a sus observaciones. Concretamente, descubrió que (lo que después se
llamó la Primera Ley de Kepler) los planetas se mueven no en círculos, la
"forma perfecta" según los filósofos, sino en elipses con el Sol en
uno de sus focos. Contradiciéndose su modelo universal con esta observación,
optó valientemente por los hechos y dejó arrumbada a un lado la Filosofía.
Gracias a este paso, emergió el Kepler matemático en forma, que por suerte para
él y para la posteridad, acabó por arrumbar al Kepler místico en su mundo de
ensueños y quimeras.
Johannes Kepler falleció
el 15 de noviembre de 1630 en Regensburg. Compuso este epitafio para su lápida:
"Medí los cielos, y ahora las sombras mido, En el cielo brilló el
espíritu, En la tierra descansa el cuerpo."
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